Otra parábola les refirió,
diciendo: El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza, que un
hombre tomó y sembró en su campo; 32el cual a la verdad es la más
pequeña de todas las semillas; pero cuando ha crecido, es la mayor de las
hortalizas, y se hace árbol, de tal manera que vienen las aves del cielo y
hacen nidos en sus ramas.
Mateo 13:31
El pórtico de Salomón se
llenó de una multitud de personas, aunque la plaza era grande la multitud la
había abarrotado totalmente.
Personas de diferentes
naciones se habían congregado en busca de aquellos hombres que estaban haciendo
que Roma se estremeciera, la promesa de salvación y sanidad se extendía por
todo el mundo y todos querían ser parte de las historias milagrosas que se
escribían todos los días.
Un rumor se escuchaba entre
la gente, “Pedro” “se llama Pedro” se decían unos a otros murmurando que Dios
sanaba enfermos y echaba fuera demonios a través de él.
La gente vio pasar a Pedro
junto a otros de los apóstoles, no eran extraordinarios a simple vista, solo un
puñado de pescadores.
Pero estos simples
pescadores tenían un poder corriendo por sus venas, Dios mismo estaba con
ellos.
Pedro caminó hacia la
multitud, y a su paso muchos enfermos al
ser tocados por su sombra eran sanados.
Esta historia se relata en Hechos 5: 12-16, muchas preguntas vinieron a
mi mente la primera vez que la leí, la primera fue ¿es este el mismo Pedro que negó
a Jesús en la Cruz? Y sabes qué? Efectivamente es el mismo Pedro.
EL texto de hoy dice que el reino de Dios es como una semilla que aunque
es muy pequeña, con el paso del tiempo y con muchos cuidados llega a ser un árbol
muy grande y frondoso.
Pedro fue una semilla por un tiempo, su fe era pequeña, tenía miedos,
dudas, algunos pecados que no quería dejar atrás y algunos secretos inconfesables.
Pero jamás dejo de crecer, no dejo de intentar, no dejo de arriesgarse, no se quedó
en el piso cuando falló, no se aferró a sus pecados, no se conformó con ser una
semilla.
Una semilla contiene todo el potencial para convertirse en un árbol, tu
fe es igual.
Tienes todo el potencial para ser completamente santo, para ser un
cristiano modelo, pero quizá te estas conformando con ser solo una semilla.
Dios no te ha creado para ser mediocre, el NO quiere que seas más o menos
bueno, más o menos santo, más o menos fiel, más o menos Cristiano.
EL ha puesto en ti todo el potencial para que seas grande, para que seas
totalmente santo, totalmente integro, totalmente fiel.
No fuiste creado para ser solo una semilla, tu fe está hecha para ser un
gran árbol.
No te conformes, ni te imaginas las cosas que Dios tiene preparadas para tí, cosas que solo podrás disfrutar "Cuando seas Grande".