Y
vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos,
y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y
dio también a su marido, el cual comió así como ella.
Génesis 3:6
Eva quedo con la mirada fija
en aquel fruto, el sol radiante se reflejaba sobre él dándole un color muy llamativo, se veía jugoso y
dulce.
El viento corría suavemente refrescando la
tarde, los pajarillos cantaban y una paz sobrenatural acompañaba el día. De
pronto todo quedo en silencio, Eva seguía con la mirada fija en aquel fruto,
fruto que Dios había dicho que era prohibido.
Eva imagino el sabor en sus labios, imagino la
textura del fruto, “si se ve tan bien, no puede ser tan malo” se decía a si
misma animándose a tomarlo para comérselo, detrás de ella una serpiente le
susurraba cosas al oído, al escucharla Eva se convencía más de comer el fruto.
Dio unos pasos y se estiro para coger el fruto
del árbol, se sentía muy bien en sus manos, se sintió mejor al llegar a su
boca, lo mordió y el sabor era agradable, disfrutó mucho al comerlo pero al
terminar algo había cambiado, la paz anterior se había desvanecido, reconoció
lo que había hecho y la vergüenza invadió su corazón seguida por un miedo nunca
antes experimentado por ella.
Como cristianos tenemos muchas
restricciones, vivimos bajo ciertas normas dadas por Dios y fueron dadas por él
porque estas leyes aseguran nuestra libertad.
El pecado siempre intenta
hacerte creer que la vida será mejor si rompes estas leyes, que la disfrutaras
más, lo cierto es que si obedeces al pecado, te pasara lo mismo que a Eva. Tendrás
quizá experiencias nuevas pero al final nada de ese disfrute habrá valido la pena,
perderás tu libertad, perderás tu santidad, el gozo del espíritu santo y la paz
de Dios.
Esta semana muchos pecados te dirán
que son bonitos, que son ricos, muchos de ellos te prometerán experimentar
cosas nuevas más valiosas que lo que Dios te promete, te dirán que pueden darte
cosas que Dios no te da, pero este es un truco antiguo en el cual ya no debes
caer.
¿Quieres disfrutar de la vida
al máximo? Entonces obedece las reglas de Dios.
Dice la biblia que todo
cristiano recibe al Espíritu Santo, este es el Espíritu de poder que te ayudará
siempre que seas tentado y te aseguro que si te aferras a Dios recibirás la
victoria.
Esta semana siempre que seas
tentado dile a ese pecado “Yo no caigo en trucos antiguos yo soy un hijo de
Dios”
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