Y el nacimiento de Jesucristo fue como sigue.
Estando su madre María desposada con José, antes de que se consumara el
matrimonio, se halló que había concebido por obra del Espíritu
Santo.
Mt 1:18
Mt 1:18
José miró con amor a María
mientras ella venia corriendo a sus brazos, la abrazo por un momento, momento
que pareció infinito en sus corazones, al ver sus ojos llorosos un frio estremecedor
recorrió su nuca, algo no anda bien, se dijo en secreto retrocediendo un poco.
María conteniendo la respiración se
armó de valor, casi sin mirarlo, dijo: Estoy embarazada…
José se quedó perplejo, mirando
al vacío, sin saber que hacer… el universo parecía destrozarse a su alrededor anunciándole
que su futuro era incierto….
José y María
tenían planes, tenían sueños, tenían esperanzas… al igual que tú, pero como tu
bien sabes, las cosas pueden cambiar, el universo puede destrozarse con solo
una noticia. ¿Qué hacemos cuando nuestro plan no va como pensábamos?
“falleció
xxxx” “sus análisis dieron positivo” “esta despedido” “ya no te amo” “no lo
aceptamos” “no ingresaste” , etc
José fue
visitado por un ángel por la noche para aclararle un poco el panorama, pero su
historia había tomado otro rumbo, sus planes debían reorganizarse.
Es aquí donde
debemos preguntarnos que espera Dios de nosotros cuando decide desarmar
nuestros planes.
Cambió el
plan de José y María para darles el gusto de criar al salvador, lo tuvieron
entre sus brazos, lo acompañaron cuándo estaba enfermo, calmaron su llanto,
velaron su sueño..
La peor
noticia de tu vida puede ser tu más grande oportunidad de tener un sueño mejor del
que tu esperabas, el sueño de Dios para ti.
En esta
navidad confía en que Dios tiene un plan mejor que el tuyo y deja atrás los
planes que tenías y decide enrumbarte a una nueva aventura de la mano de Dios,
te aseguro que
La felicidad
no está en cumplir tus planes, sino en disfrutar de esos momentos en que Dios
te deja perplejo mirando al vacío…
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