martes, 14 de junio de 2016

Palabras, Palabras, Palabras


3 Hermanos míos, no se hagan muchos maestros sabiendo que recibiremos juicio más riguroso 2 porque todos ofendemos en muchas cosas. Si alguno no ofende en palabra, este es hombre cabal, capaz también de frenar al cuerpo entero. Santiago 3:1

Los profesores usamos nuestras palabras como instrumento de trabajo. De por si es una gran responsabilidad lo que decimos al hablar, pero es mayor la responsabilidad para aquellos que enseñamos. Hoy veremos algunos consejos de parte de Dios para dominar nuestra lengua.

la lengua es un miembro pequeño pero se jacta de grandes cosas. V.5

Que tus palabras sean humildes: tu posición de maestro te da la atención de muchos, te permite ser admirado; esto no debe confundirte, Jesús fue el más grande maestro, ciertamente tenía pretextos para echarse flores, pero jamás lo hizo, su humildad lo caracterizaba. Cuida tus palabras, no las utilices para vanagloriarte, no es bueno que un maestro se jacte de su superioridad y haga sentir menos a los que le escuchan, no gastes tus palabras en hablar de ti. Que tu lengua sea humilde.

8 Pero ningún hombre puede domar su lengua; porque es un mal incontrolable, lleno de veneno mortal v.8

Que tus palabras sanen: La lengua puede matar, es tan peligrosa como el veneno, más todavía en manos de alguien que enseña. Tus estudiantes creen lo que les dices, ellos ponen mayor peso a tus palabras que en las de otras personas, ¿Cuánto veneno habremos esparcido en nuestros momentos de enojo? Dios espera que tu lengua sea un instrumento de paz, no permitas que tu lengua dañe a aquellos que ven en ti un ejemplo a seguir, no dañes a aquellos que ponen sus corazones y sus mentes en tus manos.

10 De la misma boca salen bendición y maldición. No puede ser, hermanos míos, que estas cosas sean así v.10

Que tus palabras sean consecuentes: la biblia enseña que nuestra boca muestra lo que tenemos en el corazón, esto pasa sobre todo cuando estamos enojados. Dios espera que tú seas consecuente, si enseñas algo, VIVELO, enseña no solo en tus horas de clase, enseña con tu vida, en todo momento. Dios espera que seas un ejemplo a seguir, una luz en las tinieblas, una esperanza para el caído, aliento para el cansado. Que tu enseñanza sea producto de un corazón digno de imitar.
Recuerda, que tus palabras sean humildes, que sanen y que sean consecuentes


Dios te acompaña, vive con esperanza.

viernes, 10 de junio de 2016

Un Solo Equipo

31 «Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su esposa, y los dos llegarán a ser un solo cuerpo.» Efesios 5:31

Ser uno es la meta
No existe tal cosa como el amor a primera vista o el alma gemela, estas cosas son ficticias, si piensas que hay alguien mejor que tu pareja para ti, te equivocas. No encontrarás a alguien que te complemente de la noche a la mañana y que piense y que actúe como tú.

La realidad es que hay que aprender a ser UNO, hay que aprender a ser el alma gemela. El amor se cultiva con el tiempo y para tener una familia fuerte hay que esforzarse. Dios te ayudará en este proceso de hacerte UNO con tu pareja, para esto es necesaria La comunicación:

Si eres dama tienes que saber que los varones no entienden lenguaje de señas, no leen mentes ni tienen sexto sentido, si deseas que tu esposo haga algo DÍCELO, si quieres que sepa algo CUÉNTASELO, él no se dará cuenta de nada a menos que se lo digas claramente.

Si eres varón, tu trabajo en la comunicación es ESCUCHAR, tu esposa necesita que la escuches CONCENTRADO; dile las cosas que te molestan pero con sabiduría. Sabiendo que ella es más frágil, más delicada, más sensible que tú.

No dejen nada a suposiciones, no se quiten el habla, no duerman en camas distintas, no se alejen sin despedirse, HABLEN y lleguen a un acuerdo eso los hará un equipo.

28 Así mismo el esposo debe amar a su esposa como a su propio cuerpo. El que ama a su esposa se ama a sí mismo Ef.5:28

Amar a la pareja como a uno mismo: Desde el momento en que decidieron unirse ya no son 2, sino UNO. Hay que aprender a pensar así, si tienes amor propio amarás a tu pareja, tanto como te amas a ti mismo. No hables mal de tu pareja pues es como si hablaras mal de ti; si cuidas de ti cuando estas enfermo cuida a tu pareja cuando lo necesite. Piensa que tu pareja eres tú mismo, ese es el deseo de Dios. Ahora son un EQUIPO, nadie más pertenece a este equipo, ni la suegra, ni la mama ni la vecina, ni la hermana, ni la amiga, sino tú, tu pareja y Dios.


En todo caso, cada uno de ustedes ame también a su esposa como a sí mismo, y que la esposa respete a su esposo.

Durante esta semana quiero pedirte que hagas el esfuerzo de cumplir tu rol en la familia, si lo haces sé que Dios bendecirá tu hogar. Si eres varón ama a tu esposa, protégela, consiéntela, escúchala. Si eres dama obedece a tu esposo, apóyalo en sus decisiones, él llegara tan lejos como tú se lo permitas, su éxito o fracaso dependen de ti. Dios esta con ustedes en este camino, Dios va a reconstruir tu hogar si tú decides iniciar el cambio.



VIVE CON ESPERANZA